EL ÁNGEL CAÍDO

Según el Antiguo Testamento, los ángeles fueron creados por Dios y tienen dos misiones especiales: ser mensajeros suyos para guiar y ayudar al pueblo y asistir ante su trono en la jerarquía celeste. La misma misión se les asigna en el Nuevo Testamento; sin embargo, en la Biblia se menciona a los Ángeles Caídos cuya misión es tentar a los hombres.

En Madrid, en pleno Parque del Retiro, se encuentra la estatua El Ángel Caído en la glorieta que recibe su nombre. Realizada en 1877 por Ricardo Bellver, por encargo del duque Fenán Núñez, que donó una importante cantidad de dinero para llevar a cabo el proyecto.  La versión en yeso fue terminada en Roma en 1878, como trabajo reglamentario de tercer año, durante su periodo de pensionado en la Academia de España y obtuvo la primera medalla en la Exposición de Bellas Artes. Está inspirada en un fragmento del «Canto I» de la obra de Milton El Paraíso perdido, según se recoge en el catálogo de la Exposición Nacional de 1878: «por su orgullo cae arrojado del cielo con toda su hueste de ángeles rebeldes para no volver a él jamás. Agita en derredor sus miradas, y blasfemo las fija en el empíreo, reflejándose en ella el dolor más hondo, la consternación más grande, la soberbia funesta y el odio más obstinado»
 El Estado español, que ya había adquirido el yeso, decidió pasar la pieza a bronce, para lo que llegó a un acuerdo con el escultor, que, si bien deseaba fundir la pieza en Roma, aceptó las condiciones que le impusieron. Una vez ingresada la obra en el Museo, se iniciaron los trámites para su exhibición al aire libre. Fue cedido al Ayuntamiento de Madrid, para ornato del parque del Retiro, el 31 de octubre de 1879. La estatua mide 265 cm. 
                  Fotografias de Jesús García  
                          
El conjunto, sobre un pedestal ideado por Francisco Jareño, mide 7x10x10 m.